A finales de la década de los 70, Don Néstor y Doña Teresa, muy jóvenes, iniciaron esta apasionada actividad siguiendo una pequeña corriente que comenzó a correr en aquel pueblito de Nayón.
En aquel entonces, la mayoría de los pobladores de la parroquia se dedicaba a actividades relacionadas con la agricultura, principalmente sembraban maíz, granos, tubérculos y legumbres para su consumo y para comercializarlos en los mercados cercanos o para intercambiarlos por otros productos en poblaciones más lejanas.
Algunos pobladores que viajaban a sectores de la costa, sierra y Amazonía trajeron pequeñas plantas de flores que harían crecer en sus patios traseros o en pequeñas parcelas. La actividad productiva de plantas se impulsó por personas extranjeras que habían llegado al país principalmente para disfrutar de su jubilación o huyendo de conflictos y guerras, consigo ellos trajeron semillas de las plantas más variadas que luego las ofrecieron a los pocos "planteros" de aquella época. Esta sería la semilla que con el tiempo convertiría a Nayón en el Jardín de Quito.
Con el pasar del tiempo Don Néstor y Doña Teresa construyeron sus propios viveros y aprendieron hacer semilleros de las más diversas plantas. Posteriormente, emprendieron viajes a la región costera del país en búsqueda de plantas para jardines que para poder almacenarlos sería necesario construir pequeños invernaderos. Algunos transportistas de aquel entonces aprendieron la actividad y sería cuestión de tiempo para que Nayón se convierta en uno de los puntos más importantes para la comercialización de plantas en el Ecuador, hoy reconocido nacional e internacionalmente.
Actividades: Laberintos Vivero Jardín es un vivero de producción de plantas ornamentales implementación de procesos de producción de abonos orgánicos, asesoramiento profesional en diseño y mantenimiento de jardines y áreas verdes.